No estaba
resultando tan fácil como ella había creído en un principio. Seguía
queriéndole, quizás por la propia inercia de su corazón, y allí estaba el hijo que
habitaba su cuerpo para recordárselo a cada momento.
Cuando
Malena salió del Luminous y de la vida de Tonio aquella terrible noche, decidió
que rompería por completo con todo lo que había compartido con él y que
empezaría de cero una vez más. Ya no era la misma que se buscaba la vida
simulando no tener miedo cuando cría, ahora era una mujer y tenía más
experiencia y más recursos; también más amargura y un bagaje mayor de
decepción. Pero saldría adelante, estaba decidida; tampoco tenía más opciones.
No haber
sido precisamente “ciudadanos ejemplares” tenía de bueno que gran parte de su
dinero no estaba a la vista del gobierno. Eso le facilitó las cosas a la hora
de reunir una nada despreciable suma procedente de diversos escondites. Lo
consideró, no sin amargura, un pequeño pago por los servicios prestados.
Después recogió lo imprescindible y dejó el apartamento que había compartido
con el traidor, como le llamaría de
ahora en adelante para sus adentros y para todo el que quisiera saber.
El pequeño
estudio que sería su hogar de ahora en adelante estaba situado en una parte más
modesta del barrio. No era gran cosa, pero recibía mucha luz y era barato;
tenía que administrarse bien y ahorrar en lo posible si quería que le durase el
dinero mientras descubría la forma de conseguir más. No había certezas en su
vida en aquellos momentos, y mucho menos en ese aspecto. A ratos pensaba que quizás
hubiera sido buena idea instalarse lejos de allí, a salvo de los fantasmas de
su pasado, pero aquello era lo único que conocía y el único lugar que, por
familiar, le ofrecía una pequeña sensación de seguridad. No se sentía con
ánimos para ir mucho más allá.
~~~~~~~~~~~~~
Gloria y
Marcos salieron de prisión en apenas unas semanas. Tonio los exculpó
insistiendo hasta la saciedad en que ellos no tenían nada que ver con las
actividades ilegales del club. Según su versión y el contrato que habían
firmado cuando los rescató de la ruina, él era el socio capitalista y el que
tomaba las decisiones importantes. Nadie creyó que los hermanos fueran
inocentes, pero tampoco pudieron encontrar pruebas de lo contrario; tuvieron
que soltarlos. En realidad no se trataba solo de un acto de generosidad, los
necesitaba fuera para que se encargaran de sus negocios y no llegar a perderlo
todo. Solo puso una condición: Gloria no volvería a acercarse a Malena nunca
más y cuando él estuviera libre le daría su parte y se marcharía lejos. La
rubia aceptó, quizás porque había aprendido la lección, quizás porque pretendía
ganar tiempo.
El primer
encargo que recibió Marcos de su amigo una vez fuera de la cárcel consistió en buscar
a Malena y asegurarse de que estaba bien, ayudarla en todo lo que necesitara,
facilitarle dinero para que pudiera esperarle sin pasar apuros. Ya estaba al
tanto de todo lo que había pasado y comprendía la reacción de Malena; de hecho,
lejos de guardarle rencor, se sentía secretamente orgulloso de las agallas que
había demostrado. Así era la mujer de la que él se enamoró, pensaba con un
suspiro de añoranza anudado en la garganta.
Tonio era
positivo por naturaleza y cuando se paraba a pensar con calma en el discurrir
de los últimos acontecimientos, incluso era capaz de encontrarles un lado
bueno: ahora ya no percibía aquella mentira como un espada sobre sus cabezas,
se sentía liberado y aceptaba de buen grado el castigo a cambio de tener la
oportunidad de empezar de nuevo. No más mentiras de ahora en adelante, nunca
más. Malena seguía siendo su chica y esperaba un hijo suyo; si él podía
perdonar y seguir adelante, seguro que ella también.
Pero se
equivocaba, la joven no quería nada de él, ni siquiera noticias, y lo más que pudo
hacer por ella era procurar que otros vigilaran sus movimientos y tratar de
allanar su camino en espera de una nueva oportunidad para conquistarla. Seguía
siendo la mujer de su vida y cuando la gestación estuviera más avanzada seguro
que recapacitaba, o eso se consolaba pensando. Marcos la cuidaría mientras no
pudiera hacerlo él.
~~~~~~~~~~~~~
Dicen que
la muerte es el final, pero a veces solo constituye un nuevo punto de partida.
Así fue al menos para Jonás, que no conseguía superar la inesperada muerte de
su esposa Miriam.
De nada le
servían en esos amargos momentos sus cuentas bancarias, su floreciente negocio,
su suscripción al club de vela o sus lujosas casas. Se sentía solo como nunca
en su vida y, entre melancólicas brumas de alcohol, le dio por pensar, algo
tarde ya, que se había equivocado con su hijo. De no haber sido por el maldito
orgullo, que tampoco ahora le servia de nada, estaría a su lado y le serviría
de apoyo. Lo cierto es que no entendía cómo había sido capaz de dejarle ir, de
desentenderse de él; ni siquiera le dijo que su madre había muerto.
Fue
entonces cuando decidió, desde la sombra, poner a alguien tras sus pasos y
averiguar su paradero. Tuvo suerte, consiguió colocar a un hombre de su
confianza en el entorno más cercano de Tonio. Camarero en el Luminous,
suficientemente cerca de su hijo.
Julia C.
Si quieres leer la continuación pincha aquí
Código 1602086466511
Fecha 08-feb-2016 12:36 UTC
Licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0
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