¡Qué
desconsiderado! El nunca hace lo que debe, solo lo que le apetece; por eso le
ha dicho que la quiere. Le ha tomado las manos con la respiración contenida y,
mientras descansaban en un banco del paseo, ese que está junto al rosal, la ha
mirado a los ojos como si pudiera bucear en su azul y se lo ha dicho, tal cual.
Ella no va
a poder olvidarlo y, a sabiendas o no, no ha hecho sino añadir inquietud a sus
noches de insomnio. Pobre niña, la tortura por puro afán de jugar; ¡no puede
ser amor un sentimiento tan insensato!
Tuve que
interrumpir la escena haciendo notar mi presencia, claro. Todavía habría
pretendido besarla el desalmado. No, de ninguna manera si yo puedo evitarlo. Le
he llevado su chal a ella, que en verdad andaba necesitada a juzgar por los
temblores del cuerpo, y le he despedido a él poniéndole la chistera y el bastón
en la mano. No me importa lo que piense, no tengo que ser cortés con semejante
petimetre.
A ver cómo
salimos de ésta, porque a la tarde viene a visitarla su prometido. Si no le
vuelve el color a las mejillas voy a tener que excusarla diciendo que está
indispuesta. Dicen que él ha dejado de salir en público con su amante, como
corresponde a un caballero ya comprometido. Realmente parece que no solo persigue
su fortuna, a ver si dejan ya de murmurar las malas lenguas. Feliz debería
sentirse la señorita de verse tan bien considerada, pero los jóvenes no tienen sesera
y solo piensan en las tonterías del amor.
~~~~~~~~~~~~~~~~
Toda la
casa en pie esta mañana, ¡qué disgusto y qué escándalo! No lo querrás creer,
pero la señorita se ha fugado de madrugada con el petimetre…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si tienes algo que decir no te lo calles. Este es un sitio para compartir :)